Los vehículos de entrada armados en Colombia tienen el más alto componente de accesorios fabricados acá.
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| Tomada de Web 2.0 |
La
industria del ensamble de vehículos nació con la obligación específica de
fomentar el desarrollo de autopartes, al punto que el otorgamiento de las
licencias de importación de CKD dependen del uso de material nacional en los
autos locales.
Esto es lo
que les permite a las ensambladoras rodar con vehículos que ya han salido de
circulación en los países de origen de la marca que representan, los cuales
tienen un índice de incorporación de materiales nacionales más alto que
aquellos más nuevos y, por lo tanto, son más accesibles al bolsillo de los
consumidores.
Eso sí,
todos se someten al aval de la casa matriz y sus estándares de calidad es
observada por las ensambladoras que, en muchos casos, les transfieren a sus
proveedores la tecnología y los acompañan hasta que logren el estándar
requerido en el país.
“A través
de nuestros proveedores, hemos sido importantes catalizadores de la
transferencia tecnológica en los procesos para la fabricación de autopartes”,
dijo Edvaldo Crepaldi, vicepresidente de GPSC de GM Colmotores, en el marco del
evento ‘Proveedor del año’ realizado por la ensambladora Chevrolet en días
pasados.
Según
Proexport, nuestro país fabrica, primordialmente, aires acondicionados, trim
interior, asientos, emblemas, embragues, filtros de aire y aceite, llantas y
neumáticos, mangueras de caucho, partes mecánicas, de dirección, eléctricas, de
frenos, de suspensión y de transmisión, así como ruedas, sistemas de escape y
vidrios de seguridad.
Chevrolet
premió a los mejores
Colmotores
realizó en días pasados su evento ‘Proveedor del año’, en donde fueron
galardonadas cinco empresas colombianas de autopartes: Umo (chasises), Imal
S.A. (ballestas para bus y camión), Fanalca (componentes de refrigeración),
Roadtrack de Colombia S.A. (sistemas eléctricos) y Trimco S.A. (seguridad
interior).
¿Cómo
controlan?
La
escogencia de proveedores nacionales responde a estrictos parámetros de
cumplimiento exigidos no solo por las ensambladoras, sino por sus casas matrices.
En cuanto
a la propiedad intelectual de las partes fabricadas, esta se controla
exigiéndoles a los proveedores que tanto las de origen como las de reposición
sólo puedan ser vendidas a las marcas respectivas.
Esto
también les permite a esas marcas responderles a los usuarios, en caso de
fallas de fabricación.
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