martes, 14 de mayo de 2013

Reciclaje: hacia una industria de autos sostenible.


La idea es que los vehículos sean construidos con materiales reutilizables. Chatarrización es indispensable.

Tomada de Web 2.0

En la medida en que crece el número de vehículos, aumentan los niveles de contaminación y el gasto en la consecución de materias primas, que al final de cuentas, termina perjudicando de cierta forma los ecosistemas del planeta.

Esto ha llevado a que, en la últimas tres décadas, el tema ambiental tome cada vez más importancia en torno a esta industria. Las medidas ambientales de algunos gobiernos han obligado a que las marcas fabriquen vehículos con bajas emisiones de gases y/o alternativos ‘cero’ emisiones, pero también se busca que sean construidos con materiales reciclados y tengan la mayor cantidad de piezas reutilizables.

En la actualidad, los grandes centros internacionales de reciclamiento de autos han logrado, mediante un tratamiento y debidos procesos, reutilizar el 84 por ciento de un auto para la elaboración de nuevos materiales, que terminan formando parte de nuevos vehículos o artículos de otras industrias.

De acuerdo con la EPA (Enviromental Protection Agency), agencia de protección ambiental de los Estados Unidos, en ese país la industria del reciclaje de autos se ubica 16 en el ranking ecológico junto con las de papel y plásticos.

Urge chatarrizar
 En países como México, se estima que –al cierre de 2012– el parque automotor rebasará las 23 millones de unidades, de las cuales un gran número se encuentra abandonado ante la falta de centros especializados de reciclamiento de autos.

Colombia es también un ejemplo de este atraso por lo cual urge un programa por medio del cual los propietarios puedan dar de baja su automóvil.

En España, desde que entró en funcionamiento el Plan 2000E, hoy Piva (Programa de incentivos al vehículo eficiente) con subvenciones a los propietarios entre los 2.000 y 3.000 euros, se han dado de baja y retirado de circulación alrededor de 300 mil vehículos de más de 10 años de uso.

Aproximadamente, un 5 por ciento del parque automotor es enviado al desguace o hacia centros autorizados de tratamiento para su reciclaje.

Los metales
Piezas de acero, cobre, aluminio y plomo se convierten en materia prima de las fundidoras y, a la postre, forman parte en un determinado porcentaje en elementos de los nuevos automóviles, o en otros objetos.

Líquidos y elementos contaminantes
Solo el 1 por ciento de los líquidos, como anticongelante, de frenos, aceites y combustibles son regenerados para nuevos lubricantes.
El resto es incinerado de forma controlada para que no cause contaminación.

En cuanto a las baterías, son llevadas a las plantas de fabricación, para su regeneración por unas nuevas, e incineración de materiales peligrosos.

Así hacen el reciclaje

Luego de que los autos llegan a un centro de tratamiento, estos son tratados especialmente para aprovechar al máximo sus piezas.

Después de descontaminar y desmontar por completo el auto, se separan las piezas peligrosas de las que todavía pueden ser reutilizadas para venderlas de segunda mano. El resto de piezas pasa a una máquina fragmentadora que tritura el auto para convertirlo en pequeños trocitos con el fin de facilitar la separación entre piezas ligeras y metálicas.

Cauchos, plásticos y vidrios.

En cuanto a los cauchos y plásticos (neumáticos, mangueras, empaques, defensas y consolas), éstos son triturados y reutilizados (entre un 3 y 4 por ciento) para la creación de nuevas partes automotrices.

El resto tiene otros destinos, como el recubrimiento de canchas deportivas. El 3,5 por ciento de los cristales del parabrisas y las ventanas se regenera en nuevos cristales, mientras que otro tanto va para la fabricación de botellas y otros objetos.

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