Actualmente se encuentra en fase de desarrollo, pero desde ya la compañía confirmó que el despegue y aterrizaje serán de forma vertical y alcanzará una velocidad máxima de 320 km/h.
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El eterno sueño de pasar
de la calle a los cielos con un mismo vehículo está cada vez más cerca de
llegar a la realidad gracias a Terrafugia, una compañía estadounidense que
viene trabajando en su proyecto de 'carro-avión' desde el 2006, pero que en los
últimos dos años ha materializado este sueño que ha puesto a 'volar' a millones
de personas en el mundo entero.
Su primera aparición en
escena fue en el pasado Salón de Nueva York con la estampa de prototipo, donde
la compañía lo presentó como el primer vehículo de este tipo homologado tanto
por las autoridades aéreas y terrestres de Estados Unidos para circular y volar
libremente por territorio americano. En ese momento, la compañía reveló algunos
datos exactos tanto de sus características como de cifras de potencia y
desplazamiento.
Ahora, un año más tarde,
las directivas de Terrafugia advierten que este proyecto de auto volador
está más cerca a la realidad y, que si los planes continúan como lo
establecido, el Terrafugia TF-X, la evolución del Transition, saldrá a
comercializarse a partir del 2015 con características únicas en este tipo de
aparatos. Respecto al Transition, el Terrafugia TF-X da un paso de
gigante: si aquel primer modelo se asemejaba más a una avioneta, este es
más cercano a un automóvil.
Por ejemplo, se asegura
que el TF-X formará parte de los llamados VTOL, que son aquellos que pueden
despegar y aterrizar de manera vertical sin la necesidad de una pista.
Además, es un carro volador híbrido enchufable que ofrece un sistema de
propulsión eléctrico con sendos motores de 600 caballos de potencia ubicado en
los extremos y un motor de combustión central que ofrece adicionalmente 300
caballos más que le permite alcanzar una velocidad en el aire de 320 km/h y una
autonomía de 800 kilómetros.
Las soluciones mecánicas
también están más cerca a una posibilidad real. Para el despegue y el
aterrizaje, en cada ala se despliega una hélice accionada por un motor
eléctrico de 600 caballos cada una. Una vez se ha elevado lo suficiente, las
hélices (también retráctiles) se pliegan dentro de las alas y pasa a funcionar
un motor de combustión de 300 caballos en modo crucero.
En el momento del
aterrizaje, las hélices vuelven a desplegarse. Las baterías se recargan con el
propulsor de combustión a modo de generador, aunque también cuenta con la
posibilidad de enchufarlas a una toma de corriente convencional.
Según la compañía, el Terrafugia
TF-X es muy fácil de utilizar: solo son necesarias cinco horas de aprendizaje
para surcar los cielos con este 'carro-avión' híbrido. Terrafugia estima que el
desarrollo del TF-X durará de ocho a 12 años, por lo que habrá que esperar
bastante para conocer más detalles de este interesante prototipo.
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