miércoles, 8 de mayo de 2013

Terrafugia anuncia que tendrá listo su proyecto de 'carro-avión' para el 2015.


Actualmente se encuentra en fase de desarrollo, pero desde ya la compañía confirmó que el despegue y aterrizaje serán de forma vertical y alcanzará una velocidad máxima de 320 km/h.

Tomada de Web 2.0


El eterno sueño de pasar de la calle a los cielos con un mismo vehículo está cada vez más cerca de llegar a la realidad gracias a Terrafugia, una compañía estadounidense que viene trabajando en su proyecto de 'carro-avión' desde el 2006, pero que en los últimos dos años ha materializado este sueño que ha puesto a 'volar' a millones de personas en el mundo entero.

Su primera aparición en escena fue en el pasado Salón de Nueva York con la estampa de prototipo, donde la compañía lo presentó como el primer vehículo de este tipo homologado tanto por las autoridades aéreas y terrestres de Estados Unidos para circular y volar libremente por territorio americano. En ese momento, la compañía reveló algunos datos exactos tanto de sus características como de cifras de potencia y desplazamiento.

Ahora, un año más tarde, las directivas de Terrafugia advierten que este proyecto de auto volador está más cerca a la realidad y, que si los planes continúan como lo establecido, el Terrafugia TF-X, la evolución del Transition, saldrá a comercializarse a partir del 2015 con características únicas en este tipo de aparatos. Respecto al Transition, el Terrafugia TF-X da un paso de gigante: si aquel primer modelo se asemejaba más a una avioneta, este es más cercano a un automóvil.

Por ejemplo, se asegura que el TF-X formará parte de los llamados VTOL, que son aquellos que pueden despegar y aterrizar de manera vertical sin la necesidad de una pista. Además, es un carro volador híbrido enchufable que ofrece un sistema de propulsión eléctrico con sendos motores de 600 caballos de potencia ubicado en los extremos y un motor de combustión central que ofrece adicionalmente 300 caballos más que le permite alcanzar una velocidad en el aire de 320 km/h y una autonomía de 800 kilómetros.

Las soluciones mecánicas también están más cerca a una posibilidad real. Para el despegue y el aterrizaje, en cada ala se despliega una hélice accionada por un motor eléctrico de 600 caballos cada una. Una vez se ha elevado lo suficiente, las hélices (también retráctiles) se pliegan dentro de las alas y pasa a funcionar un motor de combustión de 300 caballos en modo crucero.
En el momento del aterrizaje, las hélices vuelven a desplegarse. Las baterías se recargan con el propulsor de combustión a modo de generador, aunque también cuenta con la posibilidad de enchufarlas a una toma de corriente convencional.

Según la compañía, el Terrafugia TF-X es muy fácil de utilizar: solo son necesarias cinco horas de aprendizaje para surcar los cielos con este 'carro-avión' híbrido. Terrafugia estima que el desarrollo del TF-X durará de ocho a 12 años, por lo que habrá que esperar bastante para conocer más detalles de este interesante prototipo.

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